Solo tenemos una vida y vivirla desde las emociones incómodas o negativas no nos hace ningún bien. Aunque a veces, estas emociones sean necesarias para poder avanzar en la vida (nos hacen ver qué va mal y qué tenemos que mejorar), el secreto de la felicidad es vivir tranquilos y disfrutar del amor de nuestros seres queridos.
El poder de cambiarlo todo
El amor y las muestras de cariño tienen el poder de cambiarlo todo en la vida de las personas… ¡pero aún más en la vida de un niño! Un niño es como un libro en blanco y las muestras de cariño y el afecto que se le dan, son necesarios para formar su identidad y su personalidad. A un niño que solo se le riñe, se le grita o se le recuerda lo que está mal en él (como cuando tiene un mal comportamiento pero después se olvida decirle lo que hace bien…), se estará sellando en su corazón una herida emocional profunda y difícil de encontrar y curar.
Por este motivo, los padres deben tener en cuenta la importancia que tiene dar a los hijos el amor que puedan dar hoy porque es el HOY y el ahora lo que realmente importa para formar a los hijos, para que crezcan, para que se den cuenta de que sus padres les quieren con todo su corazón y por encima de todas las cosas.
El amor se traduce en…
Demostrar amor a tus hijos cada día no significa que debas caer en una espiral de crianza flexible o permisiva solo para no verles enfadar, ¡ni mucho menos! Significa poner normas y límites en casa para que sepan que están seguros y que velas por ellos. Significa ser flexible ante estas normas siempre que se requiera e imponer consecuencias cuando las normas no se cumplan de manera voluntaria. También significa abrazar a tus hijos un mínimo de 15 veces cada día, colmarles a besos y decirles que les quieres todo el tiempo. El amor se traduce en sonrisas, complicidad, amor, respeto y lealtad.
Los momentos en familia son instantes mágicos llenos de sensibilidad, donde las personas se sienten validadas emocionalmente. Saben que son aceptadas por sus familiares por cómo son, sin nada más. El contacto emocional es la clave para el bienestar de las personas y sobre todo, de los niños. Nuestros hijos necesitan ese contacto emocional para poder desarrollarse en todos los ámbitos de su vida.
Los niños necesitan sentir que son merecedores de amor. El cariño hacia los hijos nunca es excesivo, nunca sobra y siempre falta. Dar amor significa acariciar el alma, compartir la intimidad, disfrutar de la parte más profunda de una relación, comprender, apoyar, coleccionar momentos… a través de los sentimientos.
Te quiero hijo, hoy y siempre
Cuando tu hijo sepa que le quieres más que a nada en el mundo, tendrá una de las sensaciones más maravillosas del mundo. Es el sentimiento del amor el que nos mantiene fuertes en los momentos más difíciles. Cuando todo va mal, una simple muestra de cariño nos puede dar la fuerza que necesitábamos para seguir adelante, y esto para tus hijos, no es menos. El amor llena el corazón de felicidad.
Dar amor a tus hijos significa ofrecerles un hogar emocional que no podrán encontrar en ninguna otra parte del mundo. Porque tú, como padre o madre, eres su hogar y su destino. Tu amor es el más importante para ellos, por eso es esencial educarles desde la calma, el afecto, la paciencia y el bienestar emocional. Demostrar amor a tus hijos les impulsará en el trampolín de la felicidad.